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El Adiós a Willy Crook

Un saxofonista de rock y más

El mundo del rock argentino perdió a una de sus figuras más carismáticas y talentosas: Eduardo Pantano, conocido artísticamente como Willy Crook. Su fallecimiento marca el fin de una era en la que su saxofón brilló como un faro en algunas de las bandas más emblemáticas del país. Nacido en Villa Gesell en 1965, Willy Crook no solo fue un saxofonista destacado, sino también un músico polifacético que supo dejar su marca en cada proyecto en el que participó.

 

El Saxofón como Voz de una Generación

Willy Crook comenzó su carrera musical con apenas 15 años, y rápidamente su talento lo llevó a ser parte de la banda liderada por el influyente Carlos "El Negro" García López. Sin embargo, su verdadero salto a la fama vino de la mano de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, donde su saxofón aportó una dimensión única al sonido crudo y potente de la banda. Durante su tiempo con "Los Redondos", Crook contribuyó en álbumes icónicos como "Un baión para el ojo idiota" (1987) y "¡Bang! ¡Bang!... Estás liquidado" (1989), dejando una huella imborrable en la historia del rock nacional.

 

Más Allá de los Redondos

Después de su paso por "Los Redondos", la carrera de Willy Crook continuó floreciendo en diversos proyectos. Formó parte de Los Abuelos de la Nada, banda liderada por Miguel Abuelo, donde su habilidad para fusionar el rock con el funk y otros géneros quedó evidenciada. Con Riff, la banda liderada por Pappo, su saxofón añadió una dimensión fresca al hard rock, mientras que en el Fontova Trío, exploró una mezcla única de rock y humor.

 

En los años 90, Willy Crook lanzó su carrera solista con el álbum "Big Bombo Mamma" (1995), donde mostró su talento no solo como saxofonista, sino también como cantante y compositor. Su estilo, una amalgama de rock, funk y jazz, se consolidó en discos como "Eco (2 AM)" (1998) y "Fuego Amigo" (2004). A través de su trabajo solista, Crook demostró ser un verdadero innovador, siempre dispuesto a experimentar y a desafiar los límites del género.

 

Un Legado de Innovación y Pasión

La carrera de Willy Crook estuvo marcada por su capacidad para reinventarse continuamente y por su inquebrantable pasión por la música. Su estilo inconfundible y su actitud irreverente lo convirtieron en una figura querida y respetada en la escena musical argentina. Además de su innegable talento como músico, Crook era conocido por su espíritu libre y su sentido del humor mordaz, características que se reflejaban tanto en su vida personal como en su arte.

 

El 27 de junio de 2021, Willy Crook falleció a los 55 años tras sufrir un ACV. La noticia dejó un vacío inmenso en el corazón de los fanáticos del rock argentino y en la comunidad musical. Su muerte representa la pérdida de un verdadero pionero, alguien que no solo fue un virtuoso del saxofón, sino un artista completo que supo capturar y expresar las emociones y la energía de su tiempo.

 

Tributo a un Icono

Willy Crook deja un legado que será recordado por generaciones. Sus contribuciones a bandas como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Los Abuelos de la Nada, el Fontova Trío y Riff, así como su carrera solista, han dejado una marca indeleble en la historia del rock argentino. Su música, su actitud y su estilo seguirán inspirando a músicos y fanáticos, recordándonos la importancia de la innovación, la pasión y la autenticidad en el arte.

 

Hoy, el mundo del rock argentino se despide de un gigante, pero su espíritu vivirá eternamente en cada acorde, en cada nota de saxofón que resuene con la misma intensidad con la que él vivió su vida. Willy Crook se ha ido, pero su música seguirá resonando, recordándonos la fuerza transformadora del rock y la capacidad de un solo artista para cambiar el curso de un género.

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