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Dread Mar I, dos décadas de reggae y emoción

la herida abierta de “Cobarde”

Dread Mar I, dos décadas de reggae y emoción

la herida abierta de “Cobarde”

Veinte años en la ruta no son poca cosa. Menos aún cuando ese camino se transitó con la bandera del amor, el dolor y la búsqueda constante. Dread Mar I lo sabe. Por eso, su nuevo single “Cobarde” no es sólo una canción más: es una declaración emocional. Un grito suave, introspectivo, que llega cuando se cumplen dos décadas desde que Mariano Javier Castro decidió que su forma de sanar —y de compartir— sería a través del reggae.

Lejos del hit fácil o del gancho complaciente, “Cobarde” se anima a habitar un terreno espinoso: el del desamor y la falta de palabras. Es una balada moderna que duele con elegancia. Que interpela desde la vulnerabilidad. La producción, realizada por el propio Dread junto a Matías Zapata, le da forma a un paisaje sonoro cálido, minimalista y profundo, donde la cadencia del reggae roots convive con una estética pulida y contemporánea.

Pero no todo es música: también hay una propuesta visual a la altura. El videoclip, dirigido por Ramiro Mordcovich, utiliza tecnología de croma y animación digital para ubicar a Dread Mar I en un espacio onírico, austero, casi flotante. Allí, las palabras y las emociones encuentran su propio ritmo. El resultado no es solo una pieza audiovisual atractiva: es una obra que potencia el mensaje de la canción sin subrayarlo.

Este lanzamiento se suma a “Km 0” y “Deja”, completando una trilogía emocional que sirve como anticipo del nuevo álbum que se viene. Pero también es el puntapié para otra celebración: la gira internacional “20 Años Tour”, que lo llevará por escenarios de América y Europa junto a Los Guerreros del Rey. Porque si hay algo que Dread Mar I construyó en estos años es una relación profunda con su público, una conexión que va más allá del género y de las modas.

En tiempos de velocidad y canciones desechables, “Cobarde” es una pausa. Una invitación a mirar hacia adentro. A sentir, sin miedo. A seguir creyendo que la música también puede abrazar cuando las palabras ya no alcanzan.

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