
Los Piojos y el ritual del reencuentro
doblete porteño para seguir alimentando el mito
Pasaron quince años. Y sin embargo, bastaron unos acordes de "Tan Solo" en La Plata para que todo volviera a encenderse como si nunca se hubiese apagado. Lo que parecía imposible, pasó. Y no sólo una vez. Tras agotar siete Monumentales de La Plata entre diciembre y enero, romperla en Cosquín Rock y cerrar un Quilmes Rock épico el pasado 13 de abril, Los Piojos anunciaron su regreso a la ciudad de Buenos Aires. Primero fue el 24 de mayo en el Parque de la Ciudad. Las entradas volaron. Y ahora hay revancha: nueva función el 25 de mayo, mismo escenario, misma promesa de magia.
La noticia la confirmó el propio Ciro Martínez, en pleno show del Quilmes. Con esa sonrisa medio de barrio, medio de rockstar, dejó caer la bomba: “No pasarán 15 años para vernos de nuevo. Tampoco nos peleamos. Esta reunión fue por un tiempo”. Pero el fenómeno superó cualquier plan original. La demanda, el grito colectivo, los cantitos que no se olvidan. Y entonces llegó esta segunda noche, casi como un guiño al destino, para que los piojosos y piojosas puedan entregarse una vez más al rito de saltar, cantar y emocionarse al compás de “El Farolito”, “Bicho de Ciudad” o “Como Alí”.

El regreso no es sólo una reunión. Es una ceremonia. Un viaje que mezcla nostalgia con vértigo. En el escenario, además de los históricos Daniel "Piti" Fernández y Daniel Buira, hay una nueva cara: Luciana Valdés (Luli Bass), que ocupa el bajo en reemplazo de Micky Rodríguez. Una señal de que el tiempo pasó, sí, pero también de que Los Piojos no son un museo: son un cuerpo vivo, pulsante, que puede mutar y seguir sonando con la misma fuerza visceral de siempre.
La cita en el Parque de la Ciudad, ese mítico lugar cargado de historia y simbolismo, parece el escenario ideal para cerrar —¿por ahora?— esta etapa del reencuentro. Las entradas para el 25 de mayo ya están disponibles en Ticketek, con la posibilidad de adquirirlas en cuatro cuotas sin interés para quienes tengan tarjeta del Banco Provincia.
Es difícil saber si esta será la última vez que veamos a Los Piojos juntos sobre un escenario. Pero si algo dejó claro este regreso es que la conexión con su público no conoce de fechas ni planes. Cuando suenan esos acordes, cuando Ciro agarra la armónica, cuando la gente levanta los brazos y canta como si fuera la primera vez... ahí están otra vez. Y no hay tiempo que valga.