Los nuevos contratos de alquiler: ahora el propietario puede “hacer cualquier cosa” pero ¿le conviene?
Ahora el propietario puede “hacer cualquier cosa”... Pero no le conviene. ...
Ahora el propietario puede “hacer cualquier cosa”... Pero no le conviene. El DNU que entró en vigencia el 29 de diciembre pasado cambió drásticamente la situación del ya “dramático” panorama de los alquileres, que la espantosa ley de alquileres transformó en “la tormenta perfecta”: disparada de precios de alquiler por la fuga de propiedades a la venta, caída de los precios de venta por la sobreoferta de propiedades.
Desregulando, básicamente, plazos e índices, el DNU plantea una situación ideal para la normalización de este tema tan esencial como lo es la vivienda para toda sociedad.
Sin embargo, los propietarios están desorientados con tantos cambios (tres leyes vigentes en el mismo año) y la mayoría hoy sigue esperando a ver qué pasa… gran error, esta es una ventana de oportunidad para que el propio mercado muestre recuperación con reglas claras.
Esto demostrará, en la realidad, que nada mejor que las partes para acordar las condiciones de un contrato. La recuperación de la oferta traerá previsibilidad y las propiedades volverán a valer más debido a su capacidad de producir una renta.
La prevención de “tanta libertad” es que se torne en una revancha de parte de la oferta por los males pasados y empiece otra película de terror para los inquilinos que hoy carecen de opciones y tengan que enfrentarse a condiciones desmedidas.
Para reencausar la oferta será fundamental la participación del profesional inmobiliario, planteando parámetros razonables para ambas partes. Esto tendrá varios beneficios: el primero es que rápidamente, en el trascurso de los meses, vuelva la razonabilidad a esta actividad fundamental y fluya la oferta.
La segunda, y no menos importante, es que se pacten términos cumplibles para ambas partes, reduciendo los conflictos futuros, los cuales se volvieron demasiado comunes con las injustas reglas del pasado reciente.
*El autor es presidente del Premium Group S.A
