¿Sabías que con un clóset ordenado conscientemente podés ahorrar mucho tiempo y dinero? Profesionales en la organización de estos espacios nos dan sus tips y los beneficios de prestarle una atención merecida al armario.

1. Saber almacenar es crucial

Basta de poner una prenda sobre otra sin ningún sentido. Es importante aprender a doblar la ropa y almacenarla en cajones. Así nos lo recomienda Nataniel Benel, diseñadora de modas y asesora de imagen: “Doblada y reducida en lo posible a un tamaño A5. Apilarlas una detrás de otra, en vez de una sobre la otra, permite visualizar la gama completa de opciones con las que contamos”. De esta manera se optimiza tiempo de selección y maximiza el uso.

2. Organizar por color, no por ocasión

Según la experta, organizar por ocasión (casual, sport, elegante, etc.) limita la posibilidad de uso y exploración de combinaciones: “Por ejemplo, se deberían agrupar todas las blusas manga corta juntas y por color (negras, marrones, blancas, etc.), pasando por alto si tienen volados, estampados o transparencias”. Igual con las camisas y los pantalones.

3. Tener una buena iluminación

Una mala iluminación sobre las prendas podría afectar la manera en que vemos los colores y los contrastes con la piel. En este sentido, Benel señala que lo ideal es contar con luz natural o de tono neutro, y optar por luces frontales (del espejo hacia vos) y cenitales no directas.

4. Pensar en el bolsillo y la sostenibilidad

Tomarse el tiempo de organizar el clóset y analizarlo ayudará a elegir las prendas que puedan tener una segunda vida fuera del armario o continuar vistiéndonos. Como señala Nataniel Benel, al ser “conscientes del repertorio con el que contamos y de la importancia que posee cada prenda en nuestra rutina diaria, tendremos mayor poder de decisión sobre nuestras prioridades y, por ende, sabremos en qué prendas de calidad debemos invertir nuestro presupuesto”. Pensar estratégicamente es clave para las compras conscientes con enfoque sostenible.

5. Empezar de cero

Tener un clóset ordenado facilita una visión total de lo que se tiene y lo que hace falta. Según la asesora de imagen Érika Allende de la página Amor por el Orden, la práctica de organizar el clóset es “como empezar de cero: depurás lo innecesario, aprendés qué cosas no debés volver a comprar y te provoca ver todo, así como probarte la ropa como si fuese nueva”. Para ella, es un antes y después en la vida de las personas que brinda paz emocional y equilibrio.

6. Invertir en asesoramiento

La rutina de cada persona es muy diferente del resto, así como sus necesidades, costumbres y estilo de vestimenta, por lo que contar con una voz experta que pueda dar soporte al organizar nuestras prendas en distintos momentos del año es una buena inversión. Se aprenderá a sistematizar la ropa, optimizar espacios, así como reconocer cuándo donar, arreglar o vender.

*Por Diana Gonzales Obando